En América Latina persisten grandes brechas de acceso y calidad de la protección social a pesar de los avances logrados en las últimas décadas en muchos países de la región. En el contexto de pandemia, esas brechas quedaron más que nunca en evidencia y se demostró una vez más la necesidad de reducirlas. Sin embargo, la ampliación de la protección social de calidad enfrenta dos desafíos muy importantes. Por un lado, la elevada informalidad estructural limita el alcance de los esquemas contributivos e introduce dilemas en el diseño de los esquemas no contributivos. Por otro lado, cubrir las necesidades de protección social requiere en la mayoría de los casos la asignación de recursos fiscales adicionales. A pesar de estos grandes desafíos, existen espacios de mejora vinculados a posibles ganancias de eficiencia en distintas prestaciones de la protección social en la región. Este trabajo recorre el estado actual y los principales obstáculos y oportunidades para la consolidación de tres grandes componentes de la protección social: las transferencias de ingresos a la población vulnerable, los sistemas de pensiones y los de salud.