Este trabajo estima el acceso de los hogares latinoamericanos a distintas fuentes de energía (modernas y no modernas), así también como el gasto asociado a su consumo. En particular, se estudia cómo difiere el acceso a lo largo de la distribución del ingreso, entre hogares residiendo en áreas urbanas y rurales y entre hogares localizados en distintas regiones de los respectivos países. En la medida de lo posible se presenta información para comienzos de siglo, comienzos de los 2010s y la información más reciente. Los resultados obtenidos indican que la región ha logrado avanzar bastante en la universalización del acceso a electricidad residencial, pero muestran que existe un largo camino a recorrer para garantizar el acceso a gas de red y gas licuado de petróleo. Asimismo, la evidencia presentada también señala que existen importantes diferencias, tanto entre países como al interior de ellos, en el acceso y utilización de las distintas fuentes de energía.