dc.description.tableofcontents | Ante un entorno global complejo y la persistencia de circunstancias adversas para América Latina –donde destaca particularmente la sustancial reducción de
los flujos de capital externo–, CAF jugó nuevamente un rol anticíclico y catalítico clave al haber ratificado su condición de principal fuente de financiamiento de los países andinos y mantenido una importante presencia en sus restantes países socios. Lo anterior fue posible gracias al aumento en los aportes de capital de los países accionistas y al acceso competitivo a los mercados financieros internacionales. Así mismo, brindó especial apoyo al fortalecimiento del capital físico, particularmente en el campo de la infraestructura; del capital humano a través de una innovativa agenda social y cultural; del capital natural mediante la suscripción de
importantes convenios ambientales; del capital financiero con el desarrollo de los mercados financieros y de valores, y del capital institucional para aumentar la eficiencia, credibilidad y transparencia en los procesos. En 2002, se incorporaron España, Argentina y Costa Rica, se aprobaron operaciones por US$ 3.300 millones. | ES |