La transición energética justa en América Latina y el Caribe busca equilibrar la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) con el desarrollo económico y social. Este enfoque, alineado con el Acuerdo de París, reconoce las particularidades de la región: baja dependencia del carbón, alta participación de energías renovables, y desafíos significativos como pobreza, desigualdad y crecimiento proyectado de la demanda energética.El marco conceptual plantea cuatro objetivos clave: definir el concepto de transición energética justa adaptado a la región, proponer indicadores para monitorear su avance, evaluar la línea base de los sistemas energéticos nacionales y desarrollar estrategias específicas para cada país. Estos estudios identifican la necesidad de soluciones tecnológicas, regulatorias y de mercado, así como de financiamiento sostenible, para garantizar una transición que reduzca emisiones mientras mejora los niveles de vida y fortalece la equidad social.