En diciembre del año 2000 la Ciudad Universitaria de Caracas, considerada una pieza maestra de la arquitectura contemporánea y de la planificación urbana, fue declarada por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. El proyecto de la Ciudad Universitaria surgió a comienzos de los años 40 en la antigua Hacienda Ibarra propiedad de Simón Bolivar y que este donara para que allí funcionara la Universidad Central de Venezuela, fundada como real y pontificia en 1721 pero reorganizada de acuerdo al ideal republicano.En sus fotos sobre la Ciudad Universitaria, Leo Matiz hace notoria aquella “Síntesis de las Artes Mayores” que inspirada en la Bauhaus unía la arquitectura a las artes plásticas en todo el campus universitario. Obras maestras de la arquitectura como la cubierta en abanico del Aula Magna, el decorativo Edificio de Enfriamiento, o la Plaza Cubierta que hacen gala de la exaltación de la geometría que domina el movimiento moderno, adaptada en la visión de Villanueva a un entorno tropical; junto a obras de grandes maestros de la modernidad como Jean Arp, Fernand Leger, Victor Vasarely o el genial Alexander Calder que utilizó la ciencia para que su obra mejorara la acústica del techo del Aula Magna.El trabajo sobre la CUC junto al prolífico registro que hiciera de la industrialización y el modernismo en Venezuela llevaron al fotógrafo colombiano, en la plenitud de su carrera, a desarrollar en los años siguientes obras ligadas conceptual y visualmente al constructivismo, la abstracción geométrica y el arte concreto, que llegaron a dominar la escena artística venezolana. Una visión plástica de la fotografía que aún siendo registro de la memoria urbana, le permite dialogar con los intereses de las artes visuales latinoamericanas de años más recientes.