El déficit de micronutrientes, es decir, la falta de vitaminas y minerales esenciales, es especialmente preocupante durante el embarazo, cuando la demanda energética y nutricional es mayor tanto para la madre como para el feto, y puede conducir a resultados adversos para la salud y el desarrollo de la madre y el infante, como nacer demasiado pronto o demasiado pequeño. Una estrategia costo-efectiva que se ha puesto en práctica en todo el mundo es la administración de suplementos de micronutrientes y vitaminas durante el embarazo para lograr mejores resultados de salud materna e infantil. Existen diversos tipos de suplementos, como el suministro de un solo micronutriente/vitamina (por ejemplo, vitamina D); dos micronutrientes/vitaminas (por ejemplo, suplementos de hierro y ácido fólico); o varios micronutrientes/vitaminas, que pueden presentarse en forma de comprimidos, polvos o productos a base de materias grasas. La suplementación con varios micronutrientes ayudará a las mujeres e infantes que tengan más de un tipo de carencia nutricional. No obstante, se entiende que algunos micronutrientes y vitaminas pueden competir por la absorción en el organismo y, por tanto, la ingesta de varios micronutrientes al mismo tiempo puede no ser tan eficaz como cabría esperar.