Existe un amplio consenso en la importancia de la inversión en capital humano durante la primera infancia como motor determinante del crecimiento económico, el desarrollo y la equidad de los países. La evidencia sugiere que los primeros años de vida son importantes porque el cerebro es particularmente maleable y, por lo tanto, existe gran potencial para mejorar las trayectorias de desarrollo de los individuos a través de intervenciones tempranas bien diseñadas. Esta evidencia ha impulsado el aumento en la inversión de países tanto desarrollados como en desarrollo en programas dirigidos a la primera infancia. Es relevante considerar que el acceso universal a cuidado de calidad durante la primera infancia en 2030 es uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Sin embargo, se observan dificultades significativas en la implementación de intervenciones orientadas a la primera infancia. En muchos países los programas nacionales están conformados por servicios fragmentados y de baja calidad. La evidencia sugiere que no es suficiente con expandir las tasas de cobertura sin garantizar la calidad adecuada de los servicios. El objetivo de este documento es definir un paquete integral de atenciones a la primera infancia basado en la evidencia y su respectivo costeo. Este paquete puede ser usado como base para el diseño programático de una estrategia nacional de atención a la primera infancia en los países. Además de sugerir atenciones que han mostrado tener impactos considerables en su versión a pequeña escala, se incorporan aspectos que son esenciales para garantizar su calidad y sostenibilidad a mayor escala.